Todo el día pensé en la posiblidad de tener un accidente en bicicleta. Cruzarme con vos sería lo menos grave. Toda una señal. Podría desparramar sal en tu patio. Poner un gato en tu camino para que te tropieces con él. Me pregunto cómo transitar por las calles sin vereda cuando es de noche y la credulidad se pierde. Una vez me dijeron: no quieras formar parte de algo que no es tuyo. No busques o mires cosas que te hagan mal. Es un ejercicio inútil (aunque te tiente a más no poder). Como un atisbo del desborde que está pronto a venir. Mirás los adoquines, lo estático del momento te empapa, y la buena suerte te abandonó hace rato.
/Anna/