Y me preguntaba si a vos también se te da por contar los años que quedan o los años que pasaron cuando es de noche en tu cuarto. Si también a vos se te da por dormirte con el sonido de esa película que jamás terminaste de ver. Si también a vos se te da por ponerte crema en los talones cuando llovió y corriste demasiado. Quizás también a vos se te da por tener la programación del cable del mes pasado, las obligaciones estampadas en el fondo de tus ganas y las listas de rutina en el cajón del mueble más viejo de la casa. Qué tendrás vos en la mesa de luz y qué hubo en tu cabeza en el preciso momento en que el sueño llegó para quedarse.
/Anna/