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Casi nunca salgo bien en las fotos. Compro chicles, libretas, carteras en forma compulsiva. Tengo pares de zapatos que adoro, temporadas de grasitud en la piel, contracturas y menstruaciones larguísimas. Mi cuarto a la hora de dormir es una jaula de algodón amarillo. Me da pánico el sobresalir, el no encontrar qué decir. La vida tendría que saber reflotarse, salirse de la espera, salirse del paréntesis. Quiero tener un password óptimo para cuando quieran robarme la ingenuidad. Y dejar de definir todo como un ejercicio de autoconvencimiento.
/Anna/
2 comentarios:
Venía bien, después estuvo la palabra con eme (encima en plural) y después siguió bien.
jaja casi casi no pongo la palabra.. como que me rechinaba.. y al final fue nomás!
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