viernes, 21 de diciembre de 2007

Manifiesto de sensación fastidiosa de calor



Hoy una sola palabra que define este día: CALOR
La ropa se pega al cuerpo, el aire no corre, ni en esta habitación ni en mi casa, ni en ninguna parte. Los libros me miran, pareciera que ellos también tienen calor, mucho más que yo, esperando que alguien los lea (y eso no va a ocurrir por ser hoy 21 de diciembre, lo más seguro no ocurra hasta bien entrado marzo del 2008)
Espero el paso de las horas, sin ventiladores, aire acondicionado ni ventanas.
Escribo por si logro que el espacio entre las palabras me de aire, me ayude a respirar.
Quiero caminar entre esos espacios, sobre todo quiero imaginarme tirada en la arena mirando el mar. Tomando un jugo de naranja quizás o zambulliéndome en el agua más helada posible. Pero en vez de eso, trato de inventar tareas para hacer en una jornada laboral que parece un feriado, parece un día sin horas, zero movement, nada del ajetreo cotidiano, nada de personas inoportunas, nada de interrogantes para resolver, nada de estantes para leer, nada de fichas que llenar... Es increible como uno llega a extrañar lo que todos los días hace sin mayores entusiasmos.
Y además de este panorama caluroso, las personas enloquecen por las calles, se atropellan a comprar, gritan, se tropiezan, una fiebre de cosumo propia del fin del mundo, como si la vida se estuviese por extinguir, como si Papa Noel fuera a apretar y asfixiar el planeta con la panza y nos fuéramos a morir en medio de su barba.
Permanecí menos de 5 minutos en una tienda ante el espectáculo de la multitud corriendo, probando, preguntando, manoseando. Voy a intentar una compra a la noche, creo que la energía será distinta sin tanto calor.
Esta ciudad hoy es el reino del calor.
Sería como La Ciudad de los Niños y Las Señoras de Gomita de Pelo y Vestido Estampado que corren para llegar a tiempo a los descuentos y a la apertura del Clon.
Y también de las motos. Ellas siempre están.


/Anna/

2 comentarios:

ionito dijo...

Hu, creo que podemos hacer una hermandad, un sindicato, del "0 post"

Nadia Pereira dijo...

me uno a tí hermano! gracias. juntos seremos más. y sí, el spam es un mimito que cada día nos acaricia