jueves, 31 de enero de 2008

Indicios de un regreso



Caigo en la cuenta de que volví a la ciudad:
- No camino más 1 cuadra para ir al baño o buscar agua. El máximo trayecto para llegar a ese destino en mi casa son 10 pasos.
- Para ir a la playa por el contrario, tengo que caminar al menos 15 o 20 cuadras, allá estaba a 3.
- Tampoco escucho más el murmullo del mar antes de dormir.
- Luz eléctrica.. monopolizando ahora las noches de luna.
- Cocino sobre una mesada (limpia..) y hasta vuelvo a acudir al delivery pizzero..
- Mis vecinos ya no conocen mi ropa interior secándose sobre un árbol.. (esto es bueno je)
- No más gente uniformada con pulseras de camping, toallas y papel higiénico.
- La CAMA.. tan extrañada.. vuelve a ser blanda y solo para mí! La espalda se adapta y descansa sobre el colchón.
- Viendo al sol lejano desde mi ventana laboral recuerdo sus rayos calcinando mi piel.
- No más eventuales guitarreadas, payasos y cirqueros por las calles de arena del pueblo pescador.

Anna

3 comentarios:

ionito dijo...

jaja, yo tambien vivi mis 6 dias precintado.
Habremos sido etiquetados por el mismo camping?

Lich dijo...

Imagino que a esta altura ya estás rehabilitada a la rutina, sólo que desfasada y levemente diferenciada de lo que era pre-viaje. Pero aún así las diferencias son notorias.

De cualquier manera da para una anécdota (O serie de) divertida para disfrute ajeno.

Cuídate.

Nadia Pereira dijo...

No te creas que me adapté rápido..todavía me cuesta..mirar las paredes en vez del cielo.