martes, 29 de julio de 2008
Boletos
-¡En 20 minutos estoy en la plaza! Te espero ahí - gritaba él, vestido de marinero.
-No me preguntes donde estoy. – ¿Q te importa?! – ¿Querés q vaya?
-Decime, ya estoy en Agencia Olivera. – Si querés me bajo acá y no voy.
-¿Por qué no me creés? Te digo que voy llegando. Te espero un rato y me voy. -
-¡Si no vas no me ves más!
Quiero ver qué pasa cuando llegue a la plaza. Me toca bajarme en el mismo lugar, me gana la curiosidad por ver cómo se encuentran. No veo aparecer a nadie. Sigo caminando. Con la amigdalitis de mi gata no puedo darme el lujo de chusmear la vida de la gente a estas horas.
/Anna/
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1 comentario:
Primero te fuiste vos, enseguida el marinero. Al rato llegó ella. Mientras se reponía de la corrida, me preguntó casi sin aire si había visto un marinero. Se puso a llorar cuando le dije que recién se había ido. Le dejé una flor y una sonrisa en la cara cuando, al despedirme, le dije "Yo no me tomaría en serio a una persona que no deja jugar a la pelota en la playa..."
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